Paciencia

"Dios aprieta, pero no ahorca"

Muchas veces he utilizado ese viejo dicho para intentar tranquilizar a alguien que me importa y que atraviesa por una situación complicada.

Es irónico cómo cuando estamos sentados de frente a los problemas, esos consejos que le diste a alguien más, se pasan de largo y aún cuando te los repiten a ti, lejos de tranquilizarte, te ponen más de malas.

Lo cierto es que llegamos a un punto en el que por más que nadamos y nadamos, creemos que con el esfuerzo que hacemos hemos avanzado algo, pero al mirar nuevamente hacia la orilla, la seguimos viendo tan lejana como horas atrás, mucho antes de empezar la travesía.

¿Qué puedo decir? Hay ocasiones en las que te hundes tan rápido que no ves ninguna opción.

Sólo queda tener paciencia y esperar que así como de pronto caímos tanto, algo nos impulse de repente hacia arriba.

Echando a perder se aprende

Hacía mucho que no pasaba por aquí y francamente no sé por qué, pero últimamente pienso mucho en regresar y hacerlo nuevamente una costumbre.

¿El título de la entrada? Bueno, pues eso me pasó con este blog.

El otro día andaba en mis múltiples cuentas por las redes sociales y me puse a borrar fotos de no sé dónde y resulta que terminé borrando muchísimas imágenes que tenía en este blog, así que pensé: lo eché a perder.

Pero en fin, supongo que si me dan ganas, este fin de semana podría entrar y volver a colocar las imágenes para arreglar un poquito esto.

Además, ¿a quién quiero engañar? Siento esa extraña y vieja necesidad de escribir de nuevo.

Nos estamos leyendo.

Saludos