Mi regalo

Una vez me dijeron que regalaba mis sentimientos... prefiero regalarlos, que venderlos.

Siempre he creído que las palabras están sobrevaloradas, lo que realmente es lo que se hace, lo que se demuestra, no lo que se dice.

Quien me conoce sabrá que no soy una persona muy expresiva ni demasiado cariñosa, sin embargo, estoy complemente segura que mi familia y amigos, saben exactamente qué lugar ocupan en mi vida y qué tan grande es el cariño que siento por ellos.

¿Les he dicho cuánto los quiero? Probablemente no.

¿A ti sí te lo dije? Imagínate lo importante que eres, que omití mi regla de no decir lo que siento.

¿No te busco mucho? No quiero molestarte. Yo valoro mi tiempo a solas y te doy la oportunidad de que tengas el tuyo.

¿Te busco demasiado? Me importas, me la paso bien contigo, me gusta tenerte en mi vida.

¿Quiero saber sobre tu día? Me interesa saber de ti, lo que te pasa, qué es de tu vida; no estoy tratando de controlar cada paso que das.

¿Te hablo de mi trabajo, problemas y frustraciones? Quiero que me des tu opinión, necesito otro punto de vista para saber si soy yo la que está mal; el hecho de que te pregunte a ti, significa que eres realmente importante para mí.

¿No te gusta que te regale cosas? No lo hago para "comprar" tu cariño, probablemente sean cosas que me recuerdan a ti porque sé que te gustan y me encantaría que el día que no estemos en el mismo camino, tengas algo que te haga recordarme.

¿No te regalo cosas? Esto sí es malo, es peor de lo que crees, he llegado al punto en el que creo que nada de lo que veo es suficiente para ti.

¿Regalo mis sentimientos? ¡Claro que los regalo! ¡Los sentimientos no se venden!

No me importa si me "pagan" igual o no, no me importa si me quieres de la misma forma o no, uno no quiere a alguien para obtener algo, simplemente lo sientes y ya.

A veces soy demasiado complicada, algunas veces es más que sencillo entenderme.

Sólo déjame quererte a mi manera, con todo mi ser, con todo lo que tengo...

Tal vez un día me vaya de repente, tal vez no.

Déjame regalarte mis sentimientos, esa es la única manera en que sé hacerlo.


Pensando...

Cuando era niña tenía la loca idea de que me casaría a los 19 años como mi mamá y que tendría 2 o 3 hijos, los cuales combinaría con una carrera de veterinaria, mientras mi amoroso esposo se hacía cargo de todos los problemas que pudiera enfrentar la familia.

Sí, creo que estoy bastante lejos de ese plan inicial.

Creo que cuando somos pequeños siempre pensamos en cómo serán las cosas, tenemos tantos sueños y ganas de comernos el mundo, pero por una u otra cosa, al final las cosas son diferentes, como dice siempre una amiga mía... las cosas pasan de la única forma en que pueden pasar.

Siempre que yo me decía "bueno, las cosas pasan por algo" y se lo contaba a ella, ella me decía eso... "las cosas pasan de la única forma en que pueden pasar" (o algo así), finalmente veo que tenía razón en eso y efectivamente, puede que en determinado momento tengamos mil elecciones enfrente que pudieran desencadenar mil destinos diferentes, pero al final de cuentas, el único destino final es al que nos guiará la decisión que tomamos y que de cierto modo, ya habíamos decidido desde antes de llegar al punto de "elección".

Hace años inicié un "proyecto" en un arranque loco de seguir a una de mis amigas en una nueva aventura académica, la cual ella abandonó poco después, y aunque en momentos llegué a pensar que no valía la pena continuarla, porque como ella, sentía que no me dejaba nada, al final tomé la decisión de seguir adelante.

Hay quien pudiera decir que no tenía caso, que no servirá de nada, que no me van a pagar un sueldo mejor por tener un título más, etc., muchas de esas personas no tienen idea de lo que están hablando.

Toda gran obra empieza por un granito de arena, un ladrillo, un costal de cemento, no sé, cosas que solas no sirven de nada, pero que en conjunto, después de un tiempo con trabajo, esfuerzo y dedicación, termina valiendo la pena.

Y aunque a veces sigo pensando qué hubiera sido si me hubiera casado a los 19 mientras estudiaba veterinaria, teniendo hijos joven y viviendo en mi ciudad, con mi familia... creo que realmente nunca fue una opción para mí, al menos no por ahora.

Sí, ya sé que esto últimamente se ha convertido en un cuaderno de anotaciones random que más que anotaciones parecen páginas de un viejo diario, pero...

No, no hay pero... eso es todo por hoy.

Recibiendo el 2015

¿Cuántas veces no he regresado por aquí al inicio de un año para prometer volver y reencontrarme con mi antiguo yo? No lo sé, ya he perdido la cuenta.

En marzo de este año cumplirá este lugar 6 años de exitir y aún no he encontrado un propósito real para su extistencia.

Supongo que es algo parecido al sentido de la vida de una persona... cada uno de nosotros venimos a  este mundo haciendo preguntas, esperando respuestas, tratando de descifrar lo que ocurre en nuestra vida, lo que pasa con nosotros y prácticamente pasamos la vida en busca de una respuesta que tal vez si nos sentáramos a observar más detenidamente, habríamos descubierto frente a nuestros ojos desde el principio.

En mi caso, creo que tengo tan dañada la vista que me es imposible encontrarlo así de fácil, así que sigo tratando con preguntas y respuestas, esperando que al final no resulte un simple 42.

Mi vida ha cambiado demasiado desde hace 6 años en que comencé esto... sería demasiado largo de contar y posiblemente muy aburrido para cualquier persona leerlo... hasta yo me aburro de pensar en todo lo que ha pasado.

En fin, no tengo ni idea de por qué estoy nuevamente aquí escribiendo, posiblemente no lo vuelva a hacer durante el resto del año o tal vez vuela un par de veces como el año anterior para publicar cosas sin importancia, quizá vuelva a publicar mis opiniones sobre los libros que leo o las películas que veo...

No lo sé, hay un millón de posibilidades para nostros, para este sitio y para mí.

Si deciden seguir leyendo se los agradeceré enormemente, sino... no se preocupen, tampoco es que se vayan a perder de mucho.

En fin, feliz año...

Es hora de volver a empezar... de seguir intentando.