Follow or unfollow? That’s the question

I solemny swear that I am up to no good…

El 31 de julio de 2009 decidí abrir mi cuenta en twitter, la que originalmente era @Skinniy y minutos después se convirtió en la actual @SkinniyDupree.

Recuerdo que al principio seguía a algunos muy pocos amigos de la vida real, a otros pocos conocidos de mis círculos  virtuales (entre ellos usuarios de la red de HarryLatino) y por último y en una cantidad mucho más grande, a mis artistas, actores y famosos favoritos.

En ese entonces recuerdo, que me gustaba dar followback inmediatamente a todo aquel que comenzar a seguirme, al mismo tiempo, me molestaban las personas que yo seguía y no me lo regresaban al instante y muchas veces les twitteaba con más ganas, tratando de ganarme su apreciación y el esperado follow.

Conforme fue avanzando el tiempo dejé de interesarme en las cuentas de los artistas y comencé a dejar de seguirlos. Mi TL estaba lleno de publicidad sobre lo que hacían y en realidad a mí ya no me interesaba tanto saberlo, en realidad, me era indiferente lo que pasara con ellos.

Pasó aún más el tiempo y me di cuenta que algunos de mis amigos ni siquiera twitteaban, parecía que sólo habían abierto su cuenta por curiosidad pero nunca más volvieron a tocarla.

Por último, comprendí que en realidad no todos los usuarios de la red de HL me importaban o decían cosas que tuvieran algún interés para mí y dejé de seguirlos.

Hoy me dijeron diva. Después de más de un año de twittear y más de 700 followers, me dijeron que era una diva por no devolverles el follow. Tengo que admitir que al principio lo tomé como una broma, pero luego de pasados los minutos y más insistencia de parte de ésta persona, realmente me molestó que lo dijera.

Twitter, como muchas otras redes sociales es un medio de expresión y de información. Un lugar donde uno puede ser lo que uno quiera o lo que uno es en realidad. Donde uno puede darse el lujo de leer a quien quiera y dejar de leer a quien no quiera.

Podrán llamarme diva, pero eso no me hará cambiar mi forma de ver las cosas, ni me harán seguir a todos aquellos que me dan follow sólo por caerles bien.

Soy una persona que suele abusar de la tecnología, de la computadora, de los blogs, del facebook, del twitter y de muchas cosas más, pero cada cosa la hago como se me antoja, porque estoy en todo mi derecho de hacerlo.

Yo sigo a quien quiero seguir, a mis amigos, a gente que me cae bien de la red, a personas que dicen cosas interesantes para mí, a gente que aunque no la conozca le tengo algún aprecio y disfruto leyendo sus pensamientos y tonterías. Yo sigo a quien quiero seguir, sin importar si ellos me regresan el mentado follow o no, eso no los hace menos interesantes para mí. Un follower más no me hará más feliz ni me hará millonaria.

No doy follow al que me trollea sin razón, a los que hacen demasiado spam con temas que no me interesan, que se la pasan twitteando sólo por twittear, a los que se la pasan buscando followers sin aportar realmente nada interesante a quienes los siguen, a bots nada entretenidos, a personas huecas que sólo tienen twitter para decir que están en la onda.

Yo pido que me avisen si me dan el follow por educación. Porque no pienso seguir a una persona que jamás interactúa conmigo, porque no pienso seguir por más de tres días a una persona con la que no comparta ni la más pequeña de las ideas, porque no pienso estarme leyendo todos y cada uno de los tweets de la gente que no tiene nada que hacer y que se la vive pidiendo el follow sólo porque sigues a sus demás amigos y a él no.

Pueden llamarme diva, pero esa es mi manera de ver las cosas.

No es que no sea “sencilla” como me dijo también esta persona, no es que yo viva coleccionando followers sin darles followback, no es que me sienta grande por el número de personas que están leyendo las tonterías que escribo o mis notas mentales sobre cosas que debo hacer, tareas o series que veo.

Hoy les doy follow por educación, por respeto, porque si les interesó algo de lo que yo dije, tal vez haya algo de lo que dicen que sea útil para mí. Pero si en un par de días no haces ni un sólo mention que valga la pena, si no hay nada en tu cuenta que me interese, te dejaré de seguir, no porque sea una diva, sino porque estoy en todo mi derecho de dejar de leer a quienes no quiero leer.

¿Te molesta que sea una “diva”? Te doy la solución, es fácil y rápida, se llama: unfollow.

Así que ya sabes, si eres uno de esos que me considera una diva porque nunca te regresé el follow a pesar de que siempre ando preguntando a quién se lo debo o porque te di unfollow luego de meses de no haber twitteado contigo. Te invito a dejar de seguirme y dejar de hacer corajes tratando de averiguar porqué demonios no te sigo.

Si me quieren decir diva, díganlo, porque entre ser y no ser... yo soy xD.

Mischief managed…


Saludoxxx


I Me!!!


 It’s okay to be…


Skinniy

Días Perfectos

I solemny swear that I am up to no good…

Luego de un largo tiempo de descanso (comparado con mi manera de postear anteriormente), he vuelto a la blogosfera sin un tema en concreto para escribir y probando el Windows Live Writer, así que si ven algo raro o feo (más de lo normal), mil disculpas.

Los que me conocen deben saber que no soy lo que se dice, la persona más optimista y alegre del mundo, de hecho suelo tender mucho a dramatizar las cosas, a cerrarme en mi mundo y a no compartir nada con nadie. Sí, esa soy yo, la Danny de siempre.

Sin embargo, tengo que decirlo, hoy no fui la Danny Morales de siempre.

La semana pasada algo horrible sucedió. El jueves a medio día, justo después de llegar de la escuela encendí a Skilap (mi laptop), obviamente estaba desecha y mi primer pensamiento (después del típico “¡¿Y ahora quién podrá ayudarme?!”) fue: @darkKase. Así fue como el pobre llegó a mi casa y luego de un rato de intentar, decidió que debía formatear a mi bella lap y privarme de ella durante más de 24 horas.

Tengo que admitir que no pintaba para nada bueno, eso sólo podía significar que sería el peor fin de semana de mi vida, pero creo que jamás he estado más equivocada.

Jueves: Tarde-Noche de Neon Genesis Evangelion. Zarry y yo de 7 de la noche a 2 de la mañana viendo sin para anime, tiradas en la cama hasta que se hizo tan tarde que decidimos dormir.

Viernes: Desperté a medio día y como a la una llegó Martín con mi lap aún en coma, pero limpia. La formateamos y mientras pasábamos todos mis archivos (o la mayoría de ellos) vimos las nuevas ovas de Evangelion que han salido. En la noche Adriana y yo seguimos en donde nos quedamos.

Sábado: Día de limpieza y yo de chiflada con mi lap prácticamente nueva que estaba jalando genial. Sopita de comer cortesía de Zarry y más Evangelion.

Domingo: Día de flojera extrema, comida en casa y en la noche antojitos para cenar patrocinados por Sandy y luego no sé cuánto tiempo de un concierto de Beyonce que nos tuvo hipnotizadas entre los movimientos extraños pero sexys de los negros que bailaban con ella, las canciones, la aparición de Kelly y Michelle y su super grupo de ONLY GIRLS.

Lunes: Me desperté de buen humor y desayuné rico. Cuando salí de mi casa apenas crucé la avenida y pasó el bus que me lleva a la escuela… A pesar de haber salido tarde de casa, llegué a las 9 en punto a clase. Olvidé mi tarea de inglés pero cuando la maestra nos mandó a imprimirla un tipo se ofreció a ir por la mía. No llegó el maestro de la materia que se supone que tenía examen y no estudié. Fui a comer con un primo y Sandy y aunque no fue lo mejor de la tarde, me la pasé bien. Regresé a clase sin la tarea y aún así no pasó nada, el maestro llegó de buen humor y nos dejó salir temprano.

Hoy comprobé que cuando te sientes bien y andas con buenas vibras, sólo atraes cosas buenas y parece que los planetas se alinearan a tu favor, pero una vez más me equivoqué cuando pensé que el día sería perfecto, porque apenas llegué a casa y encendí la lap, todo se echó a perder.

No voy a decir que todo lo genial del fin y del día se fue a la basura por hechos aislados, así que esta entrada sin razón aparente y que terminó siendo como una especie de diario de mis últimos días, se queda aquí, esperando que la próxima vez que regrese al blog sea para contarles algo o más interesante o por lo menos que les deje algo… ya sea un aprendizaje o mínimo un rato de carcajadas.

Mischief managed…

Saludoxxx

I Me!!!

It’s okay to be…

Skinniy

Yo no soy la princesa de un cuento de hadas

I solemny swear that I am up to no good...

Yo no creo en cuentos de hadas, en historias de amor eterno, ni en finales felices. No creo en que una hada madrina vendrá a hacer nuestro sueños realidad, a ayudarnos a ir al baile o que un príncipe azul vendrá a rescatarme a mí, la princesa del cuento.

Yo creo en una vida real, en un amor sincero que con cuidados dure hasta que la vida falte, en que no existen los finales sino los inicios. Creo en sueños que con trabajo y esfuerzo podemos realizar nosotros mismos, en cosas más grandes que una simple fiesta y en que no necesitamos que un chico nos salve sino que también nosotras podemos salvarnos por nuestra cuenta o salvarlos a ellos.

Desde niñas crecemos con la ilusión de que un día, así como en las películas de Disney, encontraremos al chico de nuestros sueños, que vendrá a nuestro rescate en su caballo blanco y nos llevará a vivir a un palacio hermoso y viviremos felices por siempre.

Algunas veces conocemos a ese príncipe... No es tan guapo como en las películas ni tiene un caballo blanco ni un gran castillo, en realidad ni siquiera es príncipe y no ha venido a salvarnos, pero sabemos que es él... Te das cuenta porque en el momento en que toma por primera vez tus manos entre las suyas, sientes algo que no has sentido con nadie más. Porque aunque la primera vez que lo viste no te pareció muy agraciado, ahora lo ves perfecto. Porque con una sola palabra te puede hacer volver a la vida y ver todo de un nuevo color.

Algunas veces aunque está ahí no podemos estar con él. Bien dicen que el amor no siempre es suficiente y a veces ese amor duele tanto que es mejor dejarlo pasar y esperar a que llegue uno que no lastime tanto.

Algunas veces nos equivocamos de príncipe y vamos a dar con el bruto del pueblo. Ese que conquista con detalles tan torpes que parecen lindos, que cada que te hace enojar se convierte en el príncipe azul hasta que se te baja el coraje y vuelve a ser ese bruto, ese que te lastima por siempre pensar en sí mismo antes de pensar en ti o en alguien más.

Algunas veces ni siquiera tenemos la suerte de toparnos con el dichoso príncipe de los cuentos de hadas, ni siquiera con el feito y nada agrasiado como el que tu amiga se encontró en el parque cerca de su casa.

Algunas veces seguimos esperando.

Lo malo es que queremos seguir engañadas buscando al príncipe perfecto, aferrándonos al que amamos y nos ama pero nos lastima o peor aún, al bruto que insiste en volver y hacernos pedazos... Otras nos quedamos esperando...

Yo no soy la princesa de un cuento de hadas, gracias a Dios siempre lo he sabido.

Sigo creyendo en el amor pero no vivo por eso, al menos no por el de un príncipe. Creo en el amor de mi familia, de mis amigos y hasta de mis mascotas.

El amor de mi familia es tan grande que sé que a pesar de todo, ellos estarán ahí cuando los necesite, porque aunque nadie es perfecto, la sangre no sólo es sangre, va más allá y si ellos son capaces de todo por mí, yo volvería de la muerte por ellos.

El amor de mis amigos, esos que me aceptaron como soy sin importar todos mis defectos, los que me dicen la verdad aunque duela, los que no necesitan palabras para decirme que están ahí ni nada más que un abrazo para demostrármelo.

El amor de mis mascotas, esos pequeños individuos que sin deberla ni temerla cayeron en mis manos por obra del destino y que me dieron su amor y fidelidad durante el tiempo que fui capaz de cuidar de ellos.

Los cuentos de hadas y los polvos mágicos no existen, la magia real está dentro de nosotros y es la que nos hace despertar día a día para vivir 24 horas más y dar todo lo que tenemos.

Muchas veces he intentado hacer entender a mis amigas que la realidad es una y lo sueños son otra cosa, pero he estado equivocada todo este tiempo.

Puede que yo me haya dado por vencida desde siempre, pero eso no significa que todo el mundo tenga que hacerlo. Si ya te hubieras rendido, no habrías vuelto tantas veces.

Dios es mi hada madrina, es quien cumple mis sueños... Si soy sincera, en este momento tengo muchos sueños, pero el principal tiene nombre y apellido... y pronto tendrá un corazón nuevo.

Yo no soy la princesa de un cuento de hadas, lo he sabido desde siempre, pero eso no significa que tú no lo seas.

Mischief Managed...

Saludoxxx

I Me!!!

It's okay to be...

Skinniy