Siempre he tenido una idea muy simple sobre lo que es una relación y esas cuestiones del amor… Sé que ningún ser humano es perfecto (el millón de defectos que tengo me lo recuerda a diario), pero sé que en cualquiera de los casos se debe de intentar ser la mejor persona posible.
Para mí una relación es una cosa de dos personas, nada más. Sí, es necesario de vez en cuando hablar con alguien más de lo que pasa para desahogarnos o tal vez para tener una opinión un poco más neutral de lo que pasa, pero al final la única forma de solucionar los problemas es sentarse con la pareja y hablar, hablar, hablar… hasta que todo sea dicho y se resuelvan las cosas.
El amor, sin embargo, lo veo como algo mucho más simple que una relación. Se puede amar a los padres, a los amigos, a los hermanos, a la mascota, al mundo entero, a la pareja o a quien tú quieras, se trata de amor. Para mí, amar se trata de puntos muy sencillos y claros:
- Es dar todo sin esperar nada a cambio.
- Es buscar la felicidad del ser amado, aunque no se trate de la nuestra.
- Es tratar de evitarle daño y sufrimiento a esa persona.
- Es confiar por sobre todas las cosas.
Algunas veces me parece increíble que alguien pueda decir “Es que yo la amo” y aún así, se la pasen haciendo dramas y buscando pleitos en cada palabra que la otra persona dice. Me parece estúpido que digan que aman a alguien a quien constantemente hacen sentir mal, en especial cuando esa persona hace hasta lo imposible por hacer a la otra persona feliz.
Pero si me quejo de las relaciones que veo actualmente y de los casos de “amor” que veo, no hay nada que me moleste más que las relaciones a distancia que se han vuelto más comunes que tener un french poodle… y no es que no crea en ellas, es que no creo en lo que veo.
Hace un par de años tuve una relación a distancia que fue casi perfecta:
El tipo en cuestión era mi amigo antes de ser mi novio, nos conocíamos a la perfección y compartíamos muchos gustos e intereses. Había 542 km de distancia entre nosotros: de Tampico al DF.
La cosa estuvo más o menos así: Durante 9 meses nos vimos en promedio 3 veces al mes, nos hablábamos por teléfono 1 o 2 veces por semana unas 3 horas por llamada, platicábamos por msn y nos mandábamos mensajes todo el día, todos los días, él no me celaba y aunque soy celosa nunca le dije nada.
Ese fue el “casi perfecta”. El problema fue cuando pasó lo que hasta estando en la misma ciudad, pasa: Desinterés por alguna de las dos partes, dramas y dramas y dramas, problemas por cualquier cosa, falta de comunicación y demás. No tiene caso caer en detalles.
El punto es que en una relación a distancia el compromiso es aún mayor que en una normal. Debe haber confianza y comunicación, pero sobre todo, debe haber amor y comprensión.
¿De qué sirve decir mil veces al día “te amo” si con cada escena que le armas lo haces sufrir? ¿De qué sirve?
Francamente, entre más conozco a la gente, más me pongo a pensar y me doy cuenta que estoy mejor sola que teniendo alguna relación.
Estoy harta de ver sufrir a mis amigas porque el novio no las pela o no las toma en cuenta o porque se la pasan haciéndole dramas o por todo eso… o a mis amigos y primos porque sus novias son unas niñas inmaduras y chantajistas que siempre salen con el típico “es que tú no me quieres” o “es que no te importo”.
Francamente… si te cayó alguna de las cosas que dije, deberías tomarte unos segundos para pensar en la persona con la que estás y si realmente la amar te doy dos soluciones:
- Cambia. No por ella, por ti. De una manera u otra, funcione o no funcione la relación, pasará lo que tenga que pasar y si termina, terminarán bien.
- Vete. Si es tanto tu empeño por dañarla, tal vez lo mejor sea que la dejes ser feliz con alguien más y la liberes de tus problemas existenciales y dramas diarios.
En fin, ahí les dejo la solución. Ahora les toca decidir a ustedes.